Edición #1- El tratado de la OMS.
La idea de una "teoría conspirativa de la sociedad" cae bajo la filosofía política. Se gestó en la mente del filósofo austriaco Karl Popper. Tanto en su célebre obra La sociedad libre y sus enemigos (1966) como en otros lugares, el autor propone los argumentos habituales para descartar de antemano cualquier cosa que se parezca a una conspiración.
Una etiqueta que hoy en día se usa como idea-fuerza para anular e invalidar a cualquier interlocutor.
A propósito de las falacias, etiquetar a alguien de conspiranoico es una burda ad-hominem, porque descarta de antemano una idea que es perfectamente posible. Es decir, la idea de conspiración, de que un grupo controla el devenir de la historia a menor o mayor escala, no es imposible, debido a que no entraña contradicción alguna en sus términos: puede ser acaso muy difícil de llevar a cabo, con una probabilidad mínima de producirse exitosamente, por lo que sería una idea plausible o probable, pero no imposible.
Recuerda que los hechos humanos, sobretodo la política, dependen de la voluntad y la razón que no del azar como en los fenómenos naturales.
Lo interesante es que esta misma posibilidad permite que una conspiración falle espectacularmente y este mismo hecho de no lograr su objetivo tenga consecuencias que tendrán un impacto en la historia. Es decir, una conspiración fallida tiene tantos efectos como una exitosa.
Si existiese una conspiración, entonces, ¿porque una teoría que pretenda descubrirla, describirla o caracterizarla queda automáticamente catalogada como falsa? (Maquinación es otra palabra muy descriptiva que se usa poco). ¿No es limitar los recursos de análisis?
¿Toda atribución de conspiración a un evento histórico es falsa, o en algunos casos puede ser la explicación más adecuada y plausible, como cuando Cicerón denunciaba a Catilina como conspirador ante el Senado Romano en el 63 a.C?
¿Por qué pensar que es ingenuo creer que existe una conspiración?
¿Tan seguro estás de que no la hay?
Para poner a prueba estas inquietudes, continuación te dejo una entrevista de la filósofa y periodista chilena Vanessa Kaiser al médico Aliro Galleguillo Romero, cirujano, gineco-obstetra, especialista en salud pública, en torno al tratado multinacional que propone la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que algunos países se aprestan a firmar.
En la entrevista podrás encontrar perlas de este calibre:
"Este es el peor de los monstruos y es el monstruo más oscuro que ha podido crear el ser humano, desde mi punto de vista. Es transformar a todos los países en un gran campo de concentración. No es otra cosa" (Vanessa)
"La OMS en sus inicios estaba motivada por un espíritu colaborativo [...] donde uno participaba como científico. Pero este organismo colaborativo cambió su sentido desde que asumió este señor Tedros Adhanom [...] que fue impulsado por China para llegar a este cargo" (Aliro)
Me parece que la entrevista tiene el mérito de mostrar de que no hay una única versión de los hechos: que hay médicos cuadrados como soldados ante la OMS, pero también hay otros que son disidentes y se están agrupando para hacer frente a este Leviatán inminente.
Es lo más parecido a la implantación del ninguneado Nuevo Orden Mundial, donde los países cederán soberanía en materias sanitarias a un organismo internacional burocrático y por cierto no-democrático.
¡Biopolítica en esteroides!
¿No te llama la atención el hecho de que la medicina, que tanto se jacta de los avances del último siglo, haya adoptado medidas literalmente medievales como los confinamientos y permisos de circulación para hacer frente a la peste?
¿No había otra solución más acorde con los tiempos o más bien la historia que nos contaron de la Peste Negra del siglo XIV encubre la misma herramienta de control político donde se diezma gran parte de la población para recomenzar una reconstrucción social?
Personalmente, me llama poderosamente la atención el despliegue vulgar de poder y la ostentación espectacular tras los confinamientos, que me ha llevado a preguntarme por quién tiene la capacidad de encerrar a gran parte de la población mundial y qué magnitud de poder hay tras de eso, porque es inconmensurable con medidas humanas.
Con este tratado para prevenir futuras pestes, la OMS pretende retomar estos temas ensayados hace unos años.
Conspiración o no, tú decides.